Tercer cumpleaños de Leo y accidente que lo cambió todo – Mami Obstetra

Tercer cumpleaños de Leo y accidente que lo cambió todo

La llegada de nuestro primer hijo es algo tan maravilloso, estamos llenas de expectativas e ideales todo el tiempo, desde la elección del nombre, su ropita, la cunita, el cochecito más lindo y cómodo, y por supuesto, no podía ser distinto a la hora de pensar en la temática del «primer cumpleaños», recuerdo como si fuera ayer el primer cumpleaños de Leo, la ilusión con la que organicé todo, miré todas las imagenes habidas y por haber en Google, Pinterest, fan pages de empresas de decoración, de tortas, de shows… que casi casi me vuelvo decoradora de fiestas, fue así como con el primer y segundo año de Leo que ya me sentía toda una experta organizadora de fiestas infantiles, así que este tercer cumpleaños tenía que ser mejor que años anteriores, lo quería todo hermoso, perfecto y ahorrando lo más que se pudiera, por ello decidí organizar todo a mi modo pensando también en el bolsillo, fui al centro de Lima y compré cositas de trupán que estaban de moda en «El dorado», utensilios para servir en la fiesta como vasos, cucharitas, porta cupcakes, bolsitas de colores, todo en «El mercado central», bomboneras de vidrio para decorar la mesa y dulces también en el centro de Lima, me pasé horas diseñando en la computadora la temática elegida por mi Leito de casi 3 años: LEGO carritos, ya tenía las invitaciones diseñadas por mi tía y las fui a imprimir en Wilson, sí.. toda ahorradora yo, por cierto, las invitaciones quedaron muy hermosas, contraté a un payasito que además hacía magia y ahora estaba con lo de los títeres, también busqué a una empresa que pudiera hacernos polos (camisetas) de la temática elegida por mi hijito para ese día estar muy en sintonía los 3, elegí la torta muy linda que encontré en una imagen de Pinterest y la mandé a hacer en la Av. Villarán (avenida donde hay muchísimas tiendas donde puedes encontrar de todo para tu fiesta y pastelerías).

Me sentía preparadísima

Cuidé cada detalle desde 2 meses antes de la fiesta, salía muy seguido al centro de Lima para avanzar los preparativos de tan grande acontecimiento mientras mi hijo se encontraba en el nido y regresaba corriendo lo más rápido para poder alcanzar a recogerlo al medio día. Debo confesar que me entusiasmé tanto porque todo saliera lindo que no me di cuenta que estaba acumulando mucho estrés y sin darme cuenta quitándole tiempo y dedicación a la verdadera razón del cumpleaños, mi hijo.

Llegó el gran día, al menos eso pensaba…

Todo estaba muy bien organizado, tal y como lo había planeado, tendríamos dos fiestas.
La primera en la mañana en el nido con todos sus compañeros de clase y sus queridas misses, salió todo muy hermoso, les preparé pancitos con pollo, gelatina, compré galletitas munición que les encanta a los peques, preparamos chicha morada natural que la serviría en vasitos con cañita (sorbete) para que los peques pudieran beber mucho más fácil, y tenía ya hechos los cupcakes con la temática Lego, estos los daría junto a las sorpresas muy lindas personalizadas que también mandé a hacer para sus amiguitos, la tortita de LEGO la llevamos para cantar el cumpleaños pero la guardamos para ser partida en la tarde en nuestro segunda fiesta en el parque»Picnic LEGO carritos» que había organizado con mucho amor para Leito donde invitamos a nuestros familiares y amigos.

Segunda fiesta, otra vez todo estaba listo, ya habíamos almorzado, nos disponíamos a salir de casa para llevar toda la decoración en dos viajes hasta el parque que quedaba a 8 cuadras, Leo como siempre muy colaborador quiso bajar las cosas con nosotros a nuestro garaje y así lo hicimos, bajamos las cosas, Leo estaba muy feliz y yo algo estresada (apurada) porque ya eran las 2:30pm y la invitación decía 3:00 pm, mi estrés y ansiedad acumulados se hicieron notar, así que subí rápido por las cosas que se habían quedado y Leo se quedó en el sótano con mi suegra y mi esposo, fue en el piso 7 que escuché un grito muy intenso y desgarrador… algo había sucedido con mi hijo mi corazón de madre me lo decía, llegué al piso 15 cogí lo que pude y bajé, cuando llegué Leo estaba desesperado llorando, era un llanto terrible de dolor, ese que una madre puede notar, él había metido cosas al auto y de enojo cerró la puerta del auto sin sacar los dedos, mi hijo se había hecho mucho daño, la fiesta quedó en último lugar, se había acabado todo, ya no me importaba la fiesta ni los invitados, quería ir con él a Emergencias porque pude ver sus dedos y estaban morados, no fue algo leve, esto era realmente muy feo, mi esposo me pidió que me calmara y que pensara con la cabeza fría, había que pensar rápidamente, ambos decidimos que mi esposo iría a la clínica con mi suegra y estarían llamándome a cada instante para saber del estado de mi pequeñin, y mi esposo me pidió que que yo fuera al parque a llevar todo y seguir con lo planeado, me negué rotundamente… pero con la cabeza fría y aunque te lo cuestiones.. si fue o no la mejor decisión que tomamos, la decisión fue basada en el bienestar de mi hijo y con la esperanza de que volviera rápidamente a incorporarse a la celebración, los invitados estaban esperándonos, armé todo súper rápido con lágrimas en los ojos, la fiesta se dio pero mi hijo no estaba presente, fue una experiencia demasiado triste.

No debemos juzgarnos, estas cosas suceden en un abrir y cerrar de ojos

Cuando sucedió todo esto me sentí muy culpable y aunque nosotros cuidamos siempre de Leo como lo haces tú con tus hijos, sabes que hay circunstancias donde ocurren estos accidentes y no se pueden evitar, es como si en un abrir y cerrar de ojos ellos meten los deditos donde no deben, o cogen cosas que les hemos dicho que no deben, en realidad, Leo es un niño muy obediente y gracias a Dios son pocas las veces que han sucedido accidentes como este, Leo regresó con el dedito vendado y con diagnóstico expectante, en la placa no se visualizó fractura, sólo era una lesión superficial, pero Leito estaba muy triste y desanimado, no quiso saber de nada de la fiesta. Con esta experiencia me prometí que si volvía a hacer una fiesta dejaría en manos de las empresas la organización y yo me iba a preocupar sólo por velar por el bienestar de Leo y de mi mente.

Fotos de la primera fiesta en el nido del año pasado:

Fotos de segunda fiesta en el parque «Picnic LEGO carritos» del año pasado:

Leo llegó al final de la fiesta y pudimos cantarle la canción de cumpleaños…

Y a ti.. ¿qué experiencia te ha sucedido a puertas de una gran celebración? Estoy segura que entre niveles de gravedad distintos, todos hemos pasado circunstancias que nos cambian todo lo planeado y en este proceso de ser padres todo puede pasar…

Soy una mamá como tú…

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